Reciban todos un cordial saludo, espero que se encuentren bien en todos los aspectos, esta carta solo tiene la finalidad de decirles que hoy tenemos la magnífica oportunidad de conocernos, de aprender el uno del otro, de enriquecernos como personas. De verdad espero que me enriquezcas, que me hagas mejor ser humano y espero también aportar con poco o mucho a tu enriquecimiento personal. No me veas como al enemigo que hay que derrotar, no me veas como al ogro que hay que detestar, considérame tu aliado en los caminos del saber; no me consideres tu cómplice porque no voy a tolerar que te salgas del camino, no voy a permitir que te hagas mal con la desidia, la apatía o la falsa valentía, piensa siempre que una exigencia o un exámen reprobado tuyo no me llena de orgullo pero es necesario, necesario para que entiendas que en este mundo, solo tienes una oportunidad que no puedes darte el lujo de desperdiciar. No me pidas segundas oportunidades al final del semestre que no te ganaste cuando no supiste entender que los tiempos son preciosos, volca en los estudios tus esfuerzos y dale a cada cosa su lugar, o ¿no hay acaso un tiempo para todo?. Y de paso, tampoco me juzgues tan críticamente, soy humano, con errores…con muchos errores como todos, cuando haga algo que no te guste, que no esperabas de mí, dímelo, lo voy a aceptar e intentar mejorar tanto como mi humana condición me lo permita; pero tu también has de aprender a aceptar con responsabilidad las consecuencias de tus acciones.
Espero que este semestre esté lleno de cosas buenas para ti y tus amigos.
Por Raúl David Salomón García
