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Bitácora de un viaje anterior al que accedo de vez en cuando para recordar que existe una historia. Que no aparecí aquí de la nada y que existe el camino.
Esta vez estoy harto de los frentes fríos...he perdido la cuenta, dicen que es el número 33, yo estoy seguro de que al menos van 160...
Entre las isoras de Irene descubrí al Colibrí, lo descubrí varias veces robándose la miel de la flor mientras esta consentía calladamente la invasión...viéndolo me quedé dormido y entre sueños noté el ruido apenas perceptible de tus 4800 aleteos por minuto muy cerca de mi oreja derecha, pensé que se trataba de un ejemplar ciego que había confundido mi pabellón auditivo con una rara flor exótica, pensé dejarlo explorar y hacerle pasar un mal trago (literalmente) hasta que escuché tu nombre...me traía noticias tuyas...por reflejo abrí los ojos y el colibrí asustado al verme atento desapareció como llegó...con la presión alterada más allá de sus 2000 latidos habituales por minuto...
En mi afán por entablar comunicación construí un comedor para colibríes con agua de miel de panela...y no me quejo, han llegado algunos con los chismes más variados pero aquel que me habló de ti...ese no ha vuelto...dile que las isoras están floreando de nuevo y que ellas también lo esperan.
Yo definitivamente no, he leído mucho sobre el régimen, he leído a Yoani, he leído a rius tanto en la alabanza del socialismo como en su crítica pero llegando a la isla se borran los preconceptos, se borran los prejuicios y el conocimiento que aparentemente se tiene sobre la isla desaparecen. Cuba simplemente no se entiende.
No se entiende que la mezcla de razas hayan creado un resultado tan bello donde los negros, los ingleses, los franceses, los norteamericanos hayan puesto la justa medida de sus genes para crear mujeres tan hermosas, tan voluptuosas, tan rítmicas y sensuales que parecen salidas de un comic de Milo Manara, con los rasgos finos de la raza blanca pero con la voluptuosidad y ritmo de la raza negra, con ese toque de sabor latino que les pone lo necesario para resultar irresistibles si se lo proponen...y para las mujeres, sí, también hay galanes de película...Cuba simplemente no se entiende.
No se entiende que carezcan de lo más elemental como la pasta de dientes y el jabón, pero que tengan salud, educación y alimentación básica sin costo...menos se entiende que en edificios de 3 plantas tengan elevadores que no les cuestan un peso. Simplemente Cuba no se entiende.
No se entiende que una doctora cubana que es directora del Centro Nuclear tenga un salario de 25 CUCs (equivalente a 375 pesos mexicanos) al mes pero que una bailarina gané 5 veces más lo suyo...menos que una jinetera gané 100 CUCs (equivalente a 1500 pesos mexicanos) por noche...por lo que resulta mucho más lucrativo en Cuba ser prostituta que Doctora en Físico Matemáticas...Simplemente Cuba no se entiende.
No se entiende que haya casas que son del tiempo de la colonia norteamericana con todos los lujos posibles y que haya cubanos con 3 o 4 casas del mismo tipo para rentarsela a 2 turistas (forzosamente hombres) para que puedan llevar "jineteras" o prostitutas, mientras que el resto de su población viva en unidades habitacionales de mala muerte...Simplemente Cuba no se entiende.
No se entiende que los cubanos no puedan acceder a los hoteles, a los restaurantes y a otros lugares mientras no sean invitados por turistas...aunque tengan el dinero para pagarlo...no se entiende
No se entiende que la embajada de Estados Unidos sea la que tiene mejor ubicación, y sobre todo no se entiende que sean soldados cubanos quienes la defienden y que en ella se prohiban las fotos o cualquier otra forma de difusión...no se entiende los cubanos tengan que conformarse con una sola nevería en la isla (Coppelia) y que tengan que conformarse con un solo sabor de helado para todos, que no usen desechables y que todo el pueblo coma en la misma cuchara...simplemente Cuba no se entiende.
No se entiende que nadie sepa donde viven Fidel y Raúl, o peor aún, que nadie quiera decirte donde viven. No se entiende que el músico más famoso de Cuba deba esperar la guagua y hacer fila en Coppelia para un helado del mismo sabor que el de todos, no se entiende que un gran pintor venda dulces mientras que una bailarina haga giras regulares por toda Europa...no se entiende.
No se entiende que sea un lugar de contraste, que esté mal iluminado, que la mayoría sean barrios tristes, pero que los sones y sus trompetas lo iluminen todo...
No se entiende que siendo tan pobre, sea tan encantador...no se entiende que sus habitantes no conozcan las uvas, las manzanas pero que haya un mercado negro en el que puede conseguirse prácticamente todo...y menos se entiende que los mexicanos (según hermanos de la isla) se intenten aprovechar de los isleños...o de las isleñas...
No se entiende que teniendo tan pocos lugares de los cuales disfrutar en comparación con la riqueza cultural de México queden tantas ganas de volver...
Antes entendía muy poco sobre Cuba, ahora lo entiendo mucho menos...
Uno de estos días en los que el invierno ha decidido instalarse en el sur de Veracruz como si fuera habitual, salí a tomar una foto de la estación de trenes en Ojapa, Ver porque es un vestigio de la era pujante del porfiriato, ya que aunque fue construída en 1911 seguramente estuvo proyectada mucho antes, durante la expansión ferrocarrilera que detonó en Veracruz y Oaxaca. Cuando llegué me encontré a dos hermanitos jugando en las vías, el frío y la humedad calaban pero ellos parecían no advertirlo; de las vías pasaron a una bicicleta y luego a las máquinas de Ferrosur...me veían con recelo, defendiendo su espacio, su patio de juegos hasta que me acerqué a ellos para contarles un par de chistes y se relajaron, Manuel llegó a contarme que quiere ser ferrocarrilero (supongo que estará bastante influenciado) y viajar al norte del país mientras que Andrea, mucho más tímida que su hermano quiere ser maestra; mientras los sueños se cumplen seguirán jugando entre las vías sin advertir el frío...sin advertir que el juego se va convirtiendo de a poquito en realidades, sin advertir que la vida llega exactamente cuando dejamos de jugar.
En uno de los momentos en que les preguntaba por su escuela, por sus amigos y por sus sueños, Manuel abrazó a Andrea en un impulso protector y me dió la impresión de que él se encargará de velar por los sueños de ella. Quien sabe?
Hice la promesa de imprimir la fotografía y regresar a regalársela a su madre, que se mantenía a la distancia vigilante...en realidad el regalo será para ellos, para que dentro de algunos años sigan viendo sus sueños en el reflejo de sus ojos...