
Te quiero sin dudas, sin tener que verte a los ojos para saber si me amas; sin buscar en tu corazón los restos de viejos amores y esperanzas guardadas; te quiero con el corazón sanado y completo para mí; no estoy interesado en ocupar un sitio ocupado antes y durante mi estancia. Te quiero sin sombras de pasado sobre tus párpados, sin restos de besos regados y de caricias lavadas en la pasión de un nuevo amor. Te quiero divertida, intensa, loca y enamorada...te quiero contenta y enojada, fría o caliente pero nunca templada. Te quiero con certeza, con emociones nuevas y desentendidas y con pasión intensa moderada por el cariño y por las palabras, la verdad, es que simple y sencillamente...te quiero.
Que Dios te proteja y guíe tus pasos...
RDSG
CCHF
24/08/2009
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