Esa tarde salí a recorrer nuevos caminos...y ahí, en ese llano donde hay viento del norte durante 8 meses al año bien llamado La Ventosa y tras abrir la Puerta del Pacífico...apareció frente a mí con sus tres brazos gigantescos retándome a acercarme, a enfrentarlo desafiante...osado. Le piqué las espuelas a Rocinante, mi corcel plateado (ese que posee la fuerza de más de 100 corceles) y este bufó a más de 4000 revoluciones por minuto y en primera; me encomendé al Santo Rosario que cuelga de su cuello estilizado, desenfundé la Canon y corrí a su encuentro sorprendido por legiones de adoradores de Ehécatl que lanzaban ataques al aire apoyándose en mis propios demonios...en los visibles y en los imaginarios.
Si, si...estoy enloqueciendo, eso es lo que pasa cuando lees demasiada novela histórica.
Acá, hay otras imágenes de los adoradores del Dios del Viento...algunos les llaman simplemente generadores eólicos, pero lo otro resulta mucho más emocionante.
Si, si...estoy enloqueciendo, eso es lo que pasa cuando lees demasiada novela histórica.
Acá, hay otras imágenes de los adoradores del Dios del Viento...algunos les llaman simplemente generadores eólicos, pero lo otro resulta mucho más emocionante.
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3 comentarios:
Wow!! Grandes talentos los que posees Raul David, Felicidades!
vaya, y aqui me voy dando cuenta que vos tambien pensasteis en el hombre de la mancha...jeje..
si demasiada lectura creo yo..
pero BIEN VALE LA PENA
Si...quien no piensa en él cuando vemos molinos de viento? (generadores eléctricos eólicos). Anónimo...gracias por tu comentario.
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