domingo, 29 de marzo de 2009

Amarillo...


Despierto...y realmente estás a mi lado, veo el azul a lo lejos, pero el amarillo de tu playa atrae toda mi atención, tus pechos pequeños están al alcance de mis suspiros y tu boca no se despega de la mía, mis manos están petrificadas por una autopromesa que pienso debo cumplirme, cumplirte aunque nunca la hayas escuchado...al menos por esta noche. Tu boca húmeda se adapta a la mía y tu piel se adivina cálida, interesante, deseable a la altura de tus caderas; veo como tiemblas, trémula, y como se te transforma la mirada, como respiras agitada, endemoniadamente sexy y como te entregas en un beso. Las manos me tiemblan y el deseo puede sentirse en el aire; te inclinas, expones ese cuello largo como el olvido que huele a fantasía y sabe a realidad, a embriagante realidad.

No tengo dudas, en ese momento te despojo de las alas y te conviertes en una mujer apasionada, sensual, con los sentidos por completo alertas para oir el sonido de mi lengua atrapando la tuya, para oler la mezcla de mi perfume y mi sudor, para verme a los ojos y encontrarte, para tocarme el cuello, el pecho y descubrir mi pulso agitado y para conocer el sabor de mis labios que sonríen mientras te beso...ahora sé que la playa está llena de tesoros.

2 comentarios:

Anonymous dijo...

definitivamente me sedujo mas amarillo que azul, y en efecto, la playa es un baul de tesoros por descubrir. Hasta pronto lic. besos.

Raul David dijo...

Amarillo, azul y rojo son complemento; a través de los tres colores básicos podrías lograr cualquier otro tono, desde suaves hasta obscuros. Gracias por pasar...saludos afectuosos

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