Contrastes...

Busco en tu boca los sabores del tiempo, recorro tus labios de color rojo cereza en un ir y venir sin sentido y consentidamente...como se disfruta un rayo de luz en la penumbra, como se disfruta de los instantes que se vuelven eternos...tu nariz pequeña y afilada y tu barbilla me tocan la cara, el cuello y el pecho como un ave buscando la comodidad en su nido; acaricias mis ojos obligándome a cerrarlos, a sentir el calor de tus manos sobre ellos, a abandonarme a ti, a tu guía, a confiar en tus palabras como única verdad...muerdo la palma de tu mano causándote cosquillas, acaricio su dorso y entre tus dedos...te pones tensa y seria, lo percibo y espero; me confiesas lo que sientes por mí y yo guardo silencio...me dices que no me preocupe, que sabes lo que siento, que conoces mi caos y que aún así me amas, que el amor es un regalo que debe entregarse aún sin acuse de recibo...sonrío con tristeza porque hace años estuve seguro de eso pero ahora pienso que el amor es un boleto de ida y vuelta; pero me detengo, acepto el regalo y disfruto de la última imagen que ví antes de ver el techo de la habitación y después la obscuridad generada por tus manos que aún mantienes en mi rostro: tu cuerpo blanquísimo y esbelto contrastando con el color vino de las sábanas y lo inmenso de la cama; siento el peso de la mitad de tu cuerpo sobre mí, presionándome y de forma curiosa también liberándome...porque sé, porque estoy seguro aún con los ojos cerrados, que estás sonriendo.

Illustración por Jaime Ibarra...