viernes, 30 de enero de 2009

Miénteme pinocho...


La sinceridad extrema es la solución a la mayoría de los problemas, sin embargo, que ser humano está preparado para la verdad extrema? prácticamente ninguno; porque aunque condenamos la mentira, recurrimos a ella de manera habitual hasta en las cosas mas insignificantes, mentimos sobre como se ve la gente, sobre lo que sentimos, sobre quienes somos, sobre lo cotidiano, mentimos para agradar, para desagradar, para pasar desapercibidos, para hacernos notar...mentimos por amor y por desamor; el ser humano siempre desea, siempre tiene intereses y la mentira sirve como instrumento para alcanzarlos. Nadie habla con otro sobre su halitosis, ni sobre sus adicciones, ni sobre lo fea que es su novia, ni sobre los malos hábitos que tiene su madre, ni sobre lo puta que es su tía y menos aún sobre las infidelidades que comete. ¿Quién en su sano juicio disfrutaría de la verdad? (Jesús me entiende).

Todos mentimos, incluso a nosotros mismos, ¿Cuando fue la última vez que te mentiste a ti mismo para satisfacer a tu pareja? "sólo cederé esta última vez..."¿Cuándo fue la última vez que te mentiste para satisfacerte?..."fumar mata, prometo que no lo vuelvo a hacer".

Se dice que una mentira dicha mil veces se convierte en una verdad...¿Qué mentira quieres convertir en realidad?

2 comentarios:

LIDIBETH dijo...

hola, visito su blog muy seguido porque me gusta, que difgo gustar me encantan las cosas que publica unas razonables, otras un tanto graciosas. Pero todo esta interesante.

Saludos Licenciado

Raul David dijo...

Gracias Lidibeth...considerate bienvenida siempre que gustes...este es un espacio donde comparto aquello que pasa por mi vida o en mi vida, algunas cosas quizás sean interesantes, otras más las entenderé solo yo y otras que son mera cotidianeidad...saludos afectuosos.

Publicar un comentario