jueves, 10 de septiembre de 2009

Los escombros del bicentenario...


Cuando Cortés conquistó México no hizo sino empezar una larga lista de conquistas sucesivas que han causado más daño que la aniquilación definitiva de los pueblos de los imperios azteca, chichimeca, totonaca (en México), inca (en Perú) , mapuche (en Chile), etc. La conquista interminable nos ha convertido en gran medida en esclavos perpétuos de intereses extranjeros, en consumidores de lo que ellos consideran basura, en sirvientes ilegales de descendientes de europeos, en un pueblo (el latinoamericano) sin identidad, sin cohesión donde lamentablemente aún persisten las reglas de la época colonial que servían para sobrevivir en aquel ambiente enrarecido donde el indígena debía robar al patrón o incluso matar para conservar la vida: "el que no tranza no avanza", "chinga que vienen chingando", "hijo de la chingada" y otras consignas por el estilo todas ellas en el nuevo idioma que la Hispania nos legó. La conquista eterna nos ha convertido en un pueblo gris, en una cubeta de cangrejos, en artículos de vitrinas sin cristal. Los gobernantes, son electos por esa pequeña minoría que tiene ese dinero de antaño, esos apellidos de abolengo pero la mayoría, donde estamos el resto de los ciudadanos (e incluso ellos mismos) creemos que triunfa la democracia, que triunfa la voz del pueblo que por lo tanto es también la voz de Dios...lamentablemente, aún cuando triunfe el más inteligente de los indígenas (saludos a don Benito Juárez que también nos amoló duro y bonito), lo harán servir a los mismos conquistadores de hace 500 años.

Los festejos del bicentenario y centenario de independencia y revolución mexicanas han empezado desde hace dos años, la identidad de la patria está forjada como nunca dicen los medios de comunicación que comunican lo que a los conquistadores se les da la gana; los grandes temas nacionales han sido abarcados de la mejor manera y todos somos felices...casi es cierto. Si no fuera por los olvidados de la nación; por aquellos que reciben ingresos de 10 pesos diarios o peor aún, por aquellos que no reciben ningún ingreso; por aquellos que no conocen la energía eléctrica en sus pueblos y menos aún en sus casas, por aquellos a quienes no llegan los beneficios de la educación regular, por aquellos que nunca han visto una calle pavimentada, por los ancianos que mueren de gripe común, por los niños que mueren de sarampión, de tifoidea, de enfermedades fácilmente tratables en un entorno urbano; por las familias de 9 donde alcanzan a comer 6 cada tercer día, por quienes cargan a sus discapacitados largas distancias a falta de sillas de ruedas o peor aún, de caminos...si no fuera por todos aquellos autóctonos que antes eran dueños de todo y que ahora todos hemos decidido que son tan poca cosa para preocuparse por ellos; por todos aquellos a quienes hemos decidido (como sociedad) ignorar y esconder en los altos de Chiapas, en la sierra de Guerrero y Oaxaca...por todos aquellos a quienes hemos decidido intimidar, humillar, perseguir, despojar...si no fuera por aquel sangriento, terrible, abominable e injusto Acteal.

¿Alcanzarían los gastos en los festejos para darle educación o salud a uno solo de los pueblitos de la sierra? la respuesta es sí, la verdad es que si eso pasara los conquistadores no podrían celebrar el tamaño de lo conquistado...viendo esa fotografía que tomé en los altos de Chiapas...alguien piensa que de verdad hubo independencia? No...se liberaron los criollos, los ricos hacendados, los poderosos recaudadores de impuestos que traicionaron a su propia gente. Alguien piensa que de verdad la Revolución Mexicana ayudó a resolver la desigualdad social?...No; los Flores Magón y Zapata, los únicos revolucionarios con un sentido social fueron aniquilados por nuestros otros "heroes" de la revolución y sus ideas perdidas en el tiempo.

La mayoría de los que vivimos en este país nos sentimos orgullosos de pertenecer a él, de saber que en nuestras venas corre la sangre de dos culturas de imperio; triste pero inevitablemente una de ellas vencida o quizás, solo quizás, ambas vencidas, una por las armas y la otra por el corazón, por el paisaje, por la ambición, por la pasión, por las plumas de quetzal, por el oro inagotable, por la plata, por la superioridad arquitectónica, por la filosofía de la vida tan distinta y liberadora...el conquistador casi siempre termina conquistado por aquello que conquista.

No te digo que no celebres este 15 de septiembre o este 20 de noviembre, te digo que celebres por el hecho de pertenecer a una casta invencible (o mejor dicho, inagotable), a un país rico como ningún otro, diverso como ningún otro...lo que si te pido es que no celebres pensando en la independencia de México, ve más allá de la televisión y date cuenta de que esa, aún no ha ocurrido. No celebres por la Revolución Mexicana...la injusticia permanece. Falta mucho por hacer en nuestra patria...

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