domingo, 23 de noviembre de 2008

Unos doritos con chile...

Y como cada domingo, en un reclamo de abstracción sobre la vida, sobre los problemas o sobre el tiempo mismo regresé a mi banca favorita del parque donde el tiempo fluye en cámara lenta y los paseantes son observados metículosamente por mi personalidad voyeur; todos pasan frente a mí sin saber que son analizados, que son involucrados en historias ficticias que espero sean apegadas a las reales (solo para sentirme un buen observador), sé quienes nunca han estado en el parque a esas horas...se ven inseguros, sé quienes esperan una cita...se ven impacientes, sé quienes están a punto de tener un problema...se ven problema, sé quienes son los "sin techo"...a esas horas preparan las bancas para pasar la noche.

Uno de ellos empezó a buscar entre la basura algo de comida, sin éxito, de unos 60 años, canoso, apenas vestido (con este maldito frío húmedo al que estamos tan poco acostumbrados), con los pies tan dañados por la ausencia de zapatos que el dolor era visible; la mirada perdida a causa de alguna droga barata o quizás simplemente por los recuerdos perdidos o los delirios...sabrá Dios; el caso es que haciendo mi obra buena del día y quizás para sentirme menos culpable por analizarlo a fondo, convertir en caso de estudio su miseria y negarme a darle mas dinero a la iglesia, decidí darle lo que traía en la bolsa...que para su -aún más- mala suerte solo eran 30 pesos...

- Amigo, ten esto, cómprate algo.
- mmm (tomándolo)

Lo seguí con la mirada...hasta la farmacia mas cercana, por curiosidad y para seguir en mi plan voyeur, decidí seguirlo también con el cuerpo...

La chica en el mostrador lo observó temerosa, incrédula de ver a su raro cliente...quizás su incredulidad aumentó cuando lo escuchó...

- Deme unos doritos con chile...
- No...agarra algo que te llene (yo, sintiéndome con derechos y también sorprendido)
- Deme esas galletas y los doritos con chile...

La chica me observó brevemente antes de darle lo que pidió como haciendo preguntas que ni siquiera me tomé la molestia de pensar y regresé a la banca del parque donde lo ví pasar nuevamente a mi lado y detenerse...

- Muchas gracias joven, fue usted muy amable
- mmm (ahora yo, como en un "de nada", confundido ante tal propiedad y educación)

Cuando mi abstracción terminó caminé al carro y lo ví, tirado al lado una de las bancas, disponiendo las galletas como en un juego de damas en el piso frío...seleccionando -quien sabe bajo que criterios- cuál de ellas debía ser comida primero...con la mirada perdida nuevamente y por fin entendí que se ésta se debía a sus recuerdos perdidos o a los recuerdos muy presentes de aquello que perdió...

- Buenas noches...(le dije)
- mmm (contestó)


Los ejes de mi carreta - Facundo Cabral

3 comentarios:

Lo MaS cHiDo De La ReD dijo...

Hola profesor, soy un ex alumno suyo y pues la verdad me asombra su manera depensar hay veces en ke tengo ideas similares pero me da trabajo expresarlas de la manera en que usted lo hace siento ke ve las cosas desde un punto de vista analitico y critko jeje como todo informatico.

bueno me despido felicitandole por su blog, su trabajo y por ser buena onda jejeje.


dudas, quejas, sugerencias, dirigirse a este e-mail:
tortalberto@hotmail.com

Raul David dijo...

Gracias por el comentario ex-alumno ahora colega supongo...por aquí estamos en contacto y bueno...lo de expresar las cosas es cuestión de práctica supongo...para eso es este blog...es un buen ejercicio.

Anonymous dijo...

Siempre pensé que en este mundo existen personas nobles, bondadosas, etc. Si escribiera todo lo que a pasado por mi mente no acabaría y sabe me sorprende darme cuenta que la tuve tan cerca, gracias por ser como es. Nunca cambie.

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