En esta época del año, incluso en el trópico se siente el frío, los frentes fríos como dicen los meteorólogos atacan de vez en cuando para permitir el uso de chamarras, botas y cualquier cantidad de accesorios que serían obsoletas a falta de bajas temperaturas; en esta época se sacan también a mojar las nostalgias, con la finalidad de que poco a poco en la lluvia se vayan diluyendo hasta desaparecer.Mientras tanto yo regreso a mi casa del trabajo y ya sin pretextos, ni llamadas, ni oficios, ni conflictos para esquivarte, empiezo a rescatarte de entre las grietas de mi memoria y apareces tan indefinida como la primera vez que te busqué...la televisión me distrae cinco minutos...no necesito más para darme cuenta que tiene un montón de colores pero que los contenidos son vacíos y están hechos para vaciar los sueños, para vivir vidas ficticias que no tienen ni la más remota esperanza de convertirse en realidad y entonces apareces nuevamente, (como si tú si tuvieras posibilidades) en blanco y negro, con contraste elevado, tanto, que tus ojos parecen mucho mas intensos y tu mirada me quema el alma, me urge al encuentro y entonces empiezo a reclamarte el hecho de que te estés llevando mi fé y mi esperanza. Me duelen las decisiones tomadas, me duele el tiempo, me duele la calma aparente, me duele quebrar tu altar por las mañanas y sin embargo, es de lo único que tengo ganas...y para colmo, este nuevo frente frío me ha fregado los pulmones y la garganta...calor es lo que necesito...no, tú calor es lo que necesito.
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