miércoles, 11 de febrero de 2009

¿Que tanto sabemos del amor?

La vida me ha regalado siempre un montón de amor, sin embargo, como correspondería a cualquier ser humano (deseando lo que no tenemos), siempre pienso que no me lo ha regalado de la forma en que lo quiero según el momento; lo he deseado más atrevido, más casto, lo he deseado más profundo, más abierto, más personal, más sincero, menos doloroso, menos fugaz, menos razonado, más loco, más intenso/menos intenso, más violento, más sexual, menos comprometido/más comprometido, menos costoso, menos cobarde...lo cierto es que el amor debería disfrutarse independientemente de la envoltura y del adorno, deberíamos disfrutarlo aún cuando no sea correspondido, aún cuando nosotros seamos los que no correspondemos y deberíamos aprender las lecciones que nos imparte cada vez que nos llega. Si lo logras, patenta el método y publícalo...te harás ofensivamente rico.

En realidad deberíamos entender que el amor nos lleva a ser mejores personas, a ser más humildes, a querernos más a nosotros mismos, a conocer el valor del sacrificio y el verdadero sentido de la libertad...

Alguien muy especial (y sabia) para mí me dijo un día que las personas que han pasado por nuestra vida no son errores, que entraron en ella por una razón: para hacernos felices una hora, 3 días, 2 o 10 años y yo he llegado a la conclusión de que cada persona es un cúmulo ancestral de sabiduría a la que solo se llega a través de lo estrecho del amor.

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