El orden y el caos...

Mi vida exterior es todo orden, una rutina establecida que por momentos he llegado a odiar; levantarme de la cama a las 7:30, salir al trabajo 8:45, entrar a reuniones, mandar oficios, buscar soluciones para problemas reales e imaginarios, salir a comer a las 2:30 y volver una hora después a componer el mundo desde el escritorio, conversaciones con compañeros de trabajo siempre optimistas, reírse de los mismos chistes, criticar las mismas fallas, encontrar lo diferente en las mismas anécdotas; volver del trabajo a las 6:30, tomarme el café de la tarde en casa, leer, escribir, fotografiar...y esperar la noche.

Mi vida interior es todo un caos, despertarme a cualquier hora de la madrugada sin la posibilidad de volver a dormirme hasta que me levanto asqueado de la cama y con el cuerpo entumido por la obligación de mantenerme en ella; desayunar, comer y cenar coctel agridulce de feelings compuestos por angustia, chocolate, amor, miedos, deseos persistentes, fresas, coraje, esperanza y desesperanzas, café, determinaciones, limón y flaquezas y entrar en la rutina con la esperanza de distraerme, de encontrar nuevos rumbos que seguir, nuevos retos que saltar aunque su recuerdo lo abarque todo, desde el camino hasta el destino y viceversa. Pensamientos fugaces que vienen y van sin ningún orden, varios libros leídos al mismo tiempo con la esperanza de que alguno me grite las palabras correctas, busquedas espirituales sin fé, sin ánimos, sin verdaderas intenciones como quien va a la escuela a decir "presente"; un blog sin rumbo, sin camino...un post que sale igual que este, sin editarse, sin la posibilidad de borrar una palabra; mil fotografías que no tienen alma y que por lo tanto no vale la pena compartir. Una mirada que pretende decirlo todo y que no dice nada, una guerra interior en la que peleo batalla por batalla...perdiendo muchas de ellas pero recordándome que estoy hecho de bruma, que nada puede vencerme porque yo soy la nada. Decidiendo todos los días sin quererlo decidir, que seré como la nube...que si el viento sopla al sur, ella va al sur...que si el viento sopla al norte, ella va al norte. Y en realidad viajo al norte...pero con la mirada puesta en el sur...y así...simplemente no se puede. No me digan que simplemente voltee al norte...desafortunadamente no es tan fácil.

Que sería de mi caos sin mi orden? más interesante aún la pregunta inversa...ven lo que digo?