Lapsus interruptus...

Porque siempre he dicho que somos dueños de nuestros silencios y esclavos de nuestras palabras; porque siempre he dicho que "compartir una habitación" (o en este caso un blog) te vuelve vulnerable; porque en mi habitación entra todo el mundo aunque nadie (excepto los protagonistas reales o ficticios de mis historias) sepa si está acomodada como hoy, como ayer o como nunca lo estará; porque mis silencios a veces me confortan y me dan esperanzas, porque de nada sirve escribir cuando se tiene el alma llena de vacío como en una cruel ironía, cuando la ilusión se ha ido y cuando los ojos son los que hablan de tristezas y de ausencias, porque la escritura me vuelve el más vulnerable de los herméticos como el talón a Aquiles; y sobre todo dejé de escribir porque no tenía las respuestas que buscaba y por lo tanto mis escritos estaban solo cargados de preguntas sin sentido...seguirán igual por cierto, pero ahora sé que en el sinsentido también puedes encontrar cierta guía...

Encontré respuestas, quizás no las que buscaba o quizás no se leer en el tarot del destino...pero encontré respuestas. Mis ojos empiezan nuevamente a callar y es preciso que alguien hable por ellos... esa es la razón de este blog...

Además, como dice Benedetti...quedarse a un lado del camino y reservar de este mundo solo un rincón tranquilo...no es una opción.